En el verano de 2012 fue todo un acontecimiento para una pequeña empresa de seguros de coche baratos a terceros, especializados sólo en éste tipo de cliente, y es que tuvieron la idea de unirse para apostar en juegos de azar, y la suerte les sonrió.

Jugaron a la lotería primitiva y la bonoloto, pero donde encontraron la alegría fue precisamente en unos décimos de lotería comprados en unas vacaciones a costa de su jefe.

Él había visitado las Islas Canarias, ya que tenía predilección por los climas cálidos, y un mes después le llamaban sus empleados con quien había compartido toda una serie para avisarle de que les había tocado el primer premio.

Para ello no hace falta contar con una asesoría, pero siempre es bueno contar con algunos consejos.

 

Propuestas, propuestas y propuestas

Lo primero que hizo fue el acudir al despacho de abogados que tiene contratado para su empresa, para informarse y asesorarse sobre dónde invertir éste dinero. Y acto seguido fue a celebrarlo con sus empleados habiendo regalos para hombres y mujeres y todo el que se acercaba por allí.

Uno de sus empleados, que además fue quien más décimos compró, le comentó que quería montar una empresa de venta de nutrición deportiva, ya que él tenía bastantes conocimientos pues juega en un equipo de balonmano y entiende bastante de éste tipo de productos, batidos, pastillas, barrita de proteínas y todos los productos de estos negocios.

Otro de sus empleados le comentó que con éste dinero quería ayudar a su hermano que tiene una empresa de mantenimiento industrial pero que con la crisis había venido a menos, éste hecho ablandó al empresario que le ofreció ayudar a su hermano haciéndose socio al 50% de su negocio si era necesario.

¿Qué decisión tomar?

 

Una solución satisfactoria

Todas estas propuestas eran interesantes, pero no le llenaban. Lo que él quería y no había podido hacer, por muchas veces que lo hubiera pensado, era viajar a un país al que amaba, pues su madre era de allí: Brasil.

En seguida se puso a buscar una agencia de viajes para contratar un vuelo y encontró en su mismo barrio una agencia que le ofrecía un viaje barato a Brasil, con todos los lujos imaginables incluidos y sin necesitar acudir a una academia de inglés para conseguir buenos resultados en idiomas..

Su mujer, una alta y rubia alemana, y sus dos hijos, tan emocionados como él, montaron en el avión rumbo a dos semanas de buen clima y locas aventuras.

Para el empresario el poder compartir esto con su familia, era el mayor de los premios y la mejor inversión que podía plantearse: disfrutar en tranquilidad y sin preocupaciones de un dinero fácil.

A partir de aquí, contar con un buen consultor de marketing online puede ser esencial.